Como todos necesitamos la magia, y sobre todo, la magia y enigma que existe en las primeras veces. La primera vez que montaste en bici y te sentiste libre al notar el aire en la cara, la primera vez que te fuiste de viaje con amigos, la primera vez que tuviste tu primer sueldo y que poco tardaste en gastarlo en aquello que llevabas tiempo soñando… La felicidad se refuerza de esas primeras veces que nos ayudan a volver a sentir emoción, pasión…
Y por si fuera poco, ¿qué me decís de la magia de enamorarse?
Esos nervios por no saber qué pasará, esas mariposas en el estómago cuando estás esperando a que esa persona aparezca, ese éxtasis cuando tu mano roza la suya porque el cuerpo entiende que es una nueva piel a la que debe adaptarse. Ese momento en el que estás atento escuchando todo lo que dice por qué solo quieres saber más y más de esa persona… Personalmente, no creo que haya una mejor sensación en la vida que la que produce la magia de encontrar a esa persona especial, y creo que no deberíamos temer a todo lo poderoso que esta nos pueda traer, porque la vida, sin amor, no tiene sentido.
